viernes, 4 de abril de 2008

¿TRIBUNALES CORRUPTOS O PRESIDENTA INTELIGENTE?


Que más podría agregar a lo ya dicho por miles de medios alternativos, partidos de izquierda y organizaciones sociales. Mucho y nada al mismo tiempo. No lo conocí y solo supe de su existencia cuando dejó de respirar. Ahí fue cuando comenzó a existir Carlos Fuentealba como el nombre de la lucha de tod@s los educadores argentinos.
El 4 de Abril de 2007, Carlos Fuentealba participaba junto a sus compañeros y compañeras de trabajo de un piquete en el que reclamaban un aumento salarial al entonces gobernador de Neuquén, Jorge Sobisch. Lejos de escuchar sus demandas, este despreciable individuo ordenó reprimir los cortes. El cabo José Poblete disparó su escopeta lanza gases hacia un auto en el que viajaba el docente.
Poblete es el único imputado y será juzgado por la Cámara en lo Criminal Primera de Neuquén. El cabo primero, a quien el jefe de la policía neuquina había catalogado como un "referente de la institución", fue reconocido nueve días después de la feroz represión del 4 de abril por una docente, quien será testigo en el juicio y cuyo nombre está en reserva. Esa no era la primera vez en que Poblete era parte de un episodio de estas características.
Este cabo de la represión había estado involucrado en el asesinato de Teresa Rodríguez; había sido procesado, condenado y hasta exonerado de la fuerza por casos de torturas… Sin embargo, alguien había decidido que era funcional a la fuerza policial y lo habían reincorporado. Gracias a esa disposición el año pasado pudo disparar contra el maestro.
A pesar de la alevosía en cuanto a la violación de todos y cada uno de los DDHH, este gobierno (extensión del que se proclamó “de los derechos humanos”) hace de la criminalización de la disidencia su carta diaria.
Aquella mujer que inteligentemente muestra cree que por tener ovarios el mundo está en su contra es la que calla ante la osadía del ex gobernador Sobisch (quien se jacta de que "volvería a tomar la misma decisión"). Si ella no era en ese momento la “presidenta de todos y todas las argentinas” –como le gusta recriminar-, si es culpable porque estaba en el poder. Es ese mismo gobierno que supo ser veladamente de dos, hoy totalmente intolerable y evidente el que busca eludir su responsabilidad en las represiones que se dieron y se siguen dando.