sábado, 6 de junio de 2009

MEDIOS DE COMUNICACIÓN Y EDUCACION



La relación entre la educación y los medios masivos de comunicación permite reflexionar en el papel que juega la comunicación en la cultura de los estudiantes, se deben entender sus demandas y necesidades así como también la cultura audiovisual y la del conocimiento afectan la forma de sentir y pensar de estos. María Teresa Quiroz (en “Por una educación que integre el pensar y el sentir”, 2003) considera que por estas razones no se puede continuar pensando la educación al margen de los medios dado que su crecimiento y su continua ocupación del espacio-tiempo social crearon un nuevo clima cognoscitivo y de aprendizaje.
Para Ricardo Nassif (en “Teoría de la Educación”, 1985), las exigencias socioculturales, las concepciones del mundo y de la vida, acentúan una u otra de estas funciones. En este sentido, el sujeto se va produciendo en la medida que organiza sus experiencias dentro de “redes de experiencias”, no puede ser externo a la estructura social, ni acomodarse a la misma, sino que la construye. A esta compleja lógica por la cual la estructura es “completada” (reescrita) por los sentidos, le corresponde la imagen de un sujeto que al atribuir significados al mundo tiene un campo de decisiones que tomar.
Los jóvenes se crearon modelos de identificación relacionados con las imágenes que se difunden masivamente, aunque también experimentan otros lenguajes y existen síntomas de una divergencia profunda entre los valores y pautas de comportamiento de la escuela y los medios. Para Cristina Corea (en “Pedagogía del aburrido”, 2004), la imagen es el fundamento del lazo social posmoderno. En la actualidad es el discurso massmediático el que da consistencia al lazo social. La subjetividad dominante hoy está constituida, básicamente, por la práctica del consumo y representada por (y en) el discurso massmediático.
Con reflexión similar, Quiroz señala que la expansión de la comunicación y la información le plantea a las instituciones educativas una serie de retos como los siguientes: la escuela ya no es la depositaria privilegiada del saber socialmente relevante ni ámbito extraordinario de socialización, en el primer caso se transformó en una fuente más que compite con otras como la radio, la televisión, la prensa, sólo por nombrar algunas y en segundo término si la educación tiene que ver con las actitudes, normas y valores, los medios de comunicación, las modas y el grupo de amigos se convierten en los más poderosos sistemas educativos del momento.
Así Jorge Huergo (en “Comunicación / Educación: ámbitos, prácticas y perspectivas”, 2001) expresa que los medios son “potencialmente educativos” y no hay que quedarse sólo en cuestiones como los “contenidos”, “aparatos” o “mensajes” sino como prácticas y procesos culturales. Este autor menciona que la “comunicación educativa” debe alentar el uso de los medios en la educación y particularmente en la escuela. Vale aclarar que, para su utilización se debe tener en cuenta que siempre es necesaria una reflexión sobre estos, además de sus contenidos, las condiciones de la recepción y el receptor, etc.
Jesús Martín Barbero nos propone una mirada específica de la comunicación desde el concepto de mediaciones en el terreno de la cultura. Pero nada de esto podría comprenderse si no se tiene en cuenta su propuesta de leer la cultura en clave política y lo político en clave de cultura.
Gabrijelcic, Llorens, Roca, Santisi, Zambella (en “Sin miedo a los medios”, 1998) expresan que los alumnos harán el aprendizaje de los medios con o sin nosotros. La diferencia está en que, si nosotros acompañamos el aprendizaje, aportaremos la lectura crítica de nuevos puntos de vista.

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