domingo, 13 de mayo de 2007

Y no vimos nuestro Elephant

Y no vimos nuestro Elephant by me (2004)
La masacre de Carmen de Patagones dejó por saldo tres muertos y una sociedad alarmada por su propia consistencia. Todos y cada uno de los miembros de esta sociedad tienen su explicación a la tragedia. Los medios de comunicación están en el ojo de la tormenta.

El cine y la televisión aparecen nuevamente como uno de los responsables de las conductas violentas de los jóvenes. Muchas son las supuestas causas por las que “Junior” habría disparado a sus compañeros. Las explicaciones pasan desde el hecho de haber visto días antes de la tragedia, en la misma escuela, la pelicula Bowling for Colombine, hasta que jugaba al Counter Strike o escuhaba a Marylin Manson.
Los actores de los medios
Desde FM Educación, Federico Martín Maglio –docente- acusa a todos y cada uno de los participantes de esta sociedad argentina de ser responsable de la tragedia de Carmen de Patagones: a los políticos, a los padres, a los trabajadores de prensa,…
A los docentes los excusa como tales “ya que el alumno no empezó a los tiros porque no estaba todavía en el salón, si hubiera estado los tiros hubieran existido igualmente ya que está probado que el asesino ya tenía premeditada su acción; el docente es otra víctima más en este desastre”, pero les da su cuota de responsabilidad en calidad de ciudadanos “del país que votó como votó y apoyó lo que política y económicamente se conoció como "menemismo" y "ley de convertibilidad" que destruyeron nuestro país”
Pero lo peor de su parafraseo por este medio que se supone educacional no termina allí, su punto máximo de tensión llega al decir que el culpable es “el adolescente asesino. Basta de apañar a "chicos que ya hacen chicos"; a los 15 años se debe tener conciencia perfecta de lo que es el bien y el mal. Si esta persona hizo una matanza no empecemos con que está loco y esas nimiedades que sólo buscan encontrar culpables a quienes menos culpa tienen. El deporte favorito de los argentinos es buscar culpables donde no los hay para sacarnos culpas nuestras. Este adolescente sabía lo que hacía y la relativización de valores que ha recibido de la sociedad le dio el margen necesario para haber tomado la decisión que tomó”.
Y después de esto ¿Cómo pretender que otros medios que no son pura y exclusivamente de “educación” tengan visiones educacionalmente fundamentadas?
“Escuchaba power metal”, lanzó Guillermo Andino en el noticiero que conduce en América Televisión, a pocas horas de ocurrida la tragedia en la que Rafael Solich, apodado «Junior», terminó con la vida de sus compañeros de la Escuela Media Número 2 Islas Malvinas
Y ahí nomás los programas de noticias empezaron a emitir imágenes del artista de rock Marilyn Manson adjudicándole la responsabilidad del hecho, por inculcar en su público ideas demoníacas. Figurita repetida esta actitud que remite a la época de la Inquisición y que no hace más que deslindar responsabilidades reales.
Hay grupos de cumbia villera con letras de canciones muy agresivas surgidas de la realidad y las vivencias por la que atraviesan cada uno de sus integrantes. No por se va a salir a decir que todos los que escuchan este género musical son delincuentes - como pretendía responsabilizar en infortunadas declaraciones, luego enmendadas, el jefe de Gabinete, Alberto Fernández no hace mucho-.
Según el periodista Jorge Lanata, “es mucho más fácil decir que el culpable es Marilyn Manson que decir ’esto es lo que les estamos enseñando a los pibes’. ¿Culpa de quién es? Veamos en casa...”.
Llama la atención la reacción de los adultos porque lo lógico es que estas cosas pasen. Lo que los chicos absorben de la sociedad en la que viven es, justamente, lo que sucede en ella: la justicia absuelve a los involucrados en el atentada a la AMIA, se reprime a la gente por pedir comida y trabajo, Bush invade Irak y asesina miles de personas en busca de armas nucleares que nunca aparecieron, el Congreso saca leyes injustas,…
En medio de realidades sociales tan difíciles no resulta raro que sucedan casos como éstos. No hay ningún motivo para que eso no pase. Entonces, ¿la culpa es de Marilyn Manson, de los medios de comunicaciones que difunden su visión de la realidad o de la sociedad en la que está inmerso «Junior»?
La reflexión del músico León Gieco es que “la música acompaña los buenos y los malos pensamientos”. Por ende, habría que analizar, más que la música que escuchaba «Junior», las películas que veía o los juegos que utilizaba, su contexto familiar y social. Como bien decía Michael Foucault en su “Microfísica del poder”, “la verdad está ligada circularmente a los sistemas de poder que la producen y la mantienen, y a los efectos de poder que induce y que la acompañan”.
Cada sociedad tiene su régimen de verdad. Y en las sociedades actuales, se sabe, el discurso televisivo es considerado el único discurso verdadero. Entonces, quienes tienen acceso a los medios masivos son los poseedores del saber y, en consecuencia, del poder. ¿No es peligroso, entonces, que se repartan responsabilidades a diestra y siniestra en estos medios sin análisis psicológico ni sociológico previo?
Un manojo de ciegos
La tragedia de Carmen de Patagones recae sobre la sociedad argentina con el peso de un elefante.
Un ciego dice que en el colegio habían visto hacía unos días el film Bowling for Colombine, el que esta a su lado exclama que esos chicos jugaban al Counter Strike, otro un poco más atrás grita que fue un brote psicótico, a lo que uno que se encuentra más a la derecha le contesta que se trataba de una patología encubierta no detectada a tiempo, mientras del medio surge en susurro que era seguidor del anticristo “MM”…
Cada ciego cree entender la verdadera naturaleza del animal basándose en la parte que tiene en sus manos.

No hay comentarios.: