martes, 18 de noviembre de 2008

Creamfiels y Zizek: dentro del mundo globalizado


“La música repercute en el cuerpo, late. Las bolas de espejos reparten rayos al azar. Las luces hipnotizan. Los Dj, responsables de 60 mil almas ensimismadas, llevan la música a picos máximos de tensión”, afima Joako.
Para García Canclini , más allá de la modalidad de incorporación a la globalización de cada Estado-Nación, este nuevo escenario, nos obliga a una revisión de la escena sociocultural que, entre otros elementos incluye la redefinición del sentido de pertenencia e identidad, “organizado cada vez menos por lealtades locales o nacionales y más por la participación en comunidades transnacionales o desterritorializadas de consumidores”. En todo caso, asistimos a la reconfiguración de los espacios y al redimensionamiento de las intensidades que se ofrecen a la identificación. Y al nacimiento de nuevas culturas híbridas, incluyentes de temporalidades modernas y premodernas, para el caso latinoamericano .
Este impacto de bienes y mensajes provenientes de una cultura globalizada, afecta directamente a los generados en las regiones o naciones a las que se pertenece, a consecuencia de lo cual, aquí y allá los adolescentes bailan al compás de Hernan Cattaneo o los Chemicals Brothers sin distinción. Al grupo de sujetos que participa de la Creamfields, los atraviesa una fuerte mediatización, más allá de su acceso diferenciado a los bienes.
Esta característica es, con un nivel menor de espectacularizacion, compartida por las fiestas Zizek. De esta forma, el sentido de pertenencia e identidad, se organiza a través de lealtades supranacionales, que aparecen mezcladas con figuras locales, en desmedro de las nacionales.
Se trata de una hibridación cultural que no deja de tener en su centro la propia experiencia vivida, pero ahora, tensada por un horizonte planetario de sentidos. La mundialización de las comunicaciones, que ha globalizado la circulación de bienes simbólicos, impacta directamente en la subjetividad proponiendo modas, imágenes, formas de ser y consumos de marcas y emblemas, que definen el lugar de cada uno en la sociedad.
Estimulados al extremo por la publicidad y la propaganda, la tensión que resulta de la oferta del “mercado de bienes para la juventud” y la posibilidad de acceso real a tales bienes, impacta en mayor medida en los jóvenes de la Creamfields. Son ellos quienes no logran fácilmente sustraerse a sus imágenes seductoras, más allá del hecho cierto de que los mismos jóvenes re-inventan y dotan de nuevos sentidos a los bienes que se les ofrecen.
En el caso de los jóvenes que asisten a las Zizek, existe una constitución colectiva movida por ideas de cambios macro (aunque no radicales como las de antaño). De alguna manera, estos sujetos intentan escapar a la productivista, individualista, asediado por pequeños relatos que procuran dar sentido las vidas más acuciadas por la necesidad y amenazadas por la exclusión.
A pesar de estas diferencias, en ambos casos la “socialidad” se sustenta en la acción de una “comunidad emocional”, y rituales de emociones compartidas. Esto es el resultado del desplazamiento de la sociedad del trabajo y la producción hacia una sociedad del consumo. Podría resumirse en “Dime qué consumes y te diré quien eres”.
Los jóvenes de las Zizeks adquieren una condición juvenil, ciertamente diferenciada de la de los jóvenes que asisten a la Creamfields, pero se trata de adultos menores sin juventud. Muchos de los habitué a las Zizeks habitan en hogares sólo con la madre (a veces, el padre) y numerosos hermanos, otros parientes y figuras cuasifamiliares. La ausencia del padre, dificulta la identificación con una figura paterna y su rol, e incluso afecta el campo de identificaciones posibles alrededor de la masculinidad. El rol femenino está mayormente marcado (de hecho, una de las figuras de las fiestas es Kumbia Queers –compuesto por mujeres-). Muchas veces la maternidad temprana, se inscribe en la posibilidad de cambiar su lugar en tanto sujeto, con una imaginaria que real perspectiva de construcción de nuevos sentidos, que las saquen de la posición de víctimas de las violencias a las que se ven sometidas en sus vidas.
Quienes muestran al cien por ciento que, en términos de Margaret Mead, estamos frente a una cultura "prefigurativa", en la que son los jóvenes quienes enseñan a sus padres , son quienes asisten cada año a la Creamfields. Definitivamente se trata de un nuevo homo videns, cambia sus nociones de tiempo y espacio en relación a la cultura de los viejos sapiens de la palabra y el texto escrito. Es la primera generación de jóvenes videoformados, como diria Sartori .
Hay que reconocer que los usos sociales posibles de los aparatos que constituyen la tecnológica son diversos a la par que segmentados. Es decir, su consumo y apropiación. Para unos es la cumbia con elementos de electrónica y para otros el electro dance. Sin embargo, el mundo de la tecnología los atraviesa a unos y otros. Para un importante numero de habitués a las Zizek, la tecnología esta muy presente en su vida como tecnología invasiva aunque pobre en sus posibilidades, con un componente de interactividad reducido.
La Creamfields ya no es el evento que creció y rompió la matriz hasta convertirse en una jornada que reúne un hecho musical nuevo, esa característica novedosa ahora la posee las Zozeks. Sin embargo, mantienen viva la esencia de ocupar el espacio de un modo integral, de necesariamente ser escuchada por el cuerpo todo y no tan solo por los oídos. El sistema de luces complejo sigue acompañando a la música electrónica allí dónde esta se ofrece a los cuerpos juveniles, generando una inmersión sónica y lumínica en la que son los cuerpos los que sienten.
Quizás con más fuerza en la Creamfields, pero compartida por las Zizeks, se da la desaparición de la palabra. Hoy tiene fuerte incidencia lo gestual, lo paraverbal y lo corporal, produciendo nuevas formas de relacionamiento y formas de saber. Tanto en una como en otra, aparecen los tatoos, el piercing, implantes subcutáneos, el branding, la scarification, entre otros.
Sin embargo, no es radical la diferenciación con los jóvenes sesentistas hippies y otros alternativos, ya que en estos espacios de electro en diferentes versiones también se hace uso de numerosos collares y aros y pulseras, flores en los cabellos ellas y sombreros/ gorras. Es una mezcla de marcas que llevan a la constitución de un otro auténtico con accesorios que sirven disfraz de tiempo parcial -al cual se puede renunciar para volver a ser los mismos-.









BIBLIOGRAFIA
GARCÍA CANCLINI, Néstor; (1990). Culturas Híbridas. Estrategias para entrar y salir de la modernidad. Ed. Grijalbo. 1990.
GARCÍA CANCLINI, Néstor; (1995). Consumidores y Ciudadanos. Conflictos multiculturales de la globalización. Ed. Grijalbo. 1995
MEAD, Margaret; 1970. Cultura y compromiso. Gedisa. España. 1997.
REGUILLO, Rossana, 1993. "Las tribus juveniles en tiempos de la modernidad". En: Estudios sobre las culturas contemporáneas. Vol. V, Número 15; marzo de 1993. Universidad de Colima. México.
SARTORI, Giovanni; 1997. Homo Videns. La sociedad teledirigida. Taurus. España. Segunda edición 2001.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

que son los zizeks exactamente?

te felicito por este texto.

ABJ dijo...

Hola, gracias por tus palabras. Este texto es parte de un trabajo donde se comparaba algunos conceptos como tiempo, cuerpo, juventud en dos puntos concretos de encuentro. Quizás por ello, no se comprenda claramente a que me refiero con "fiestas Zizek". Brevemente, podría decir que se trata de un territorio donde se desestructuran muchos imaginarios sociales respecto a lo que es ser joven, la diversión, el tiempo por medio de experiencias (o experimentaciones) musicales y visuales.