viernes, 28 de noviembre de 2008

Jóvenes y Cuerpo




Según David Le Breton “La experiencia de la experiencia corporal y de los signos que la manifiestan a los otros, el hecho de compartir ritos vinculados con la sociabilidad, son condiciones que hacen posible la comunicación, la constante transmisión de sentidos dentro de una sociedad dada” . La noche, como espacio de recreación y de ruptura con lo cotidiano, es un lugar de circulación de sentidos específicos que se transmiten a través del cuerpo.
Como señala Le Breton, en las sociedades occidentales el cuerpo desaparece de la conciencia a través de los rituales de borramiento “En la vida de todos los días estamos guiados por una red de ritos que borran la evidencia del cuerpo” . En estas ocasiones de actividad corporal extrema se producen “los paréntesis de la vida personal, lugares privilegiados en los que se levantan las prevenciones habituales, en los que, parcialmente, se relaja el borramiento ritualizado del cuerpo” .
“Los espacios dedicados al ocio son lugares privilegiados, para los jóvenes, en relación con la creación de sus propias experiencias y de su propia identidad” . Distinto al mundo cotidiano, el espacio nocturno permite a los jóvenes relacionarse de manera distinta con aquello que los rodea. Las calles que transitan, las personas con las cuales se comunican, el modo de cómo perciben y accionan con su propio cuerpo generan otra realidad que parece ser menos autoritaria y rígida.
Sin embargo, no todas las experiencias que se enmarcan en estos contextos son disparadores para la formación de identidades mas libres, alejadas de las presiones y parámetros culturales estrictos. En el caso de la música electrónica, cultura que se a extendido a niveles enormemente masivos en los últimos 20 años, la homogenización estilística tanto musical, como de baile, de vestuario y de consumo dejan opciones para la elección.

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