domingo, 19 de noviembre de 2006

LOS CHICOS NO PUEDEN ESTUDIAR EN LA CAPILLA

Florencio Varela


Los chicos no pueden estudiar en La Capilla


La organización “Hijos del Campo” lleva adelante distintas actividades en su sede para evitar que los niños y jóvenes no tengan formación



La zona rural de la Capilla es un lugar, por momentos, olvidado por el común de los varelenses. Sin embargo allí crece y vive un grupo de jóvenes y niños que no cuenta con las posibilidades de terminar sus estudios y que, muchas veces, ve como son atropellados sus derechos.

Hijos del Campo a la cabeza
“Hijos del Campo” forma parte de la Organización “Hijos del Pueblo” y pelea por el cumplimiento de los DDHH. Las actividades que realizan en su sede de la Capilla están relacionadas y abocadas a la infancia y a la juventud. Entre sus actividades se encuentra un Taller de Panadería, uno de Murga y otro de Comunicación -que es dictado por el Grupo de Trabajo Shaihueque-.
“Cacho” Zabala, es el representante de la agrupación “Hijos del Campo”, que tiene su sede central en La Capilla. Según él, el proceso de educación formal se hace muy difícil y, hasta imposible en la zona.
“Para los nenes tenemos un jardincito, además del consultorio de pediatría”, explica Cacho y agrega “Si no estuviéramos nosotros, los nenes en edad de asistir al Jardín de Infantes, no tendían acceso a la educación”.
De esta organización participan alrededor de 70 chicos, un número muy importante en la zona ya que las distancias entre las casas y las instituciones es muy grande.
“La escuela más cercana es la Nº 4, que está sobre calle de tierra y los chicos tienen que caminar unos siete kilómetros… cuando llueve no hay clases”, comenta el representante de “Hijos del Campo” y continúa “nosotros estamos reclamando el asfalto de la escuela”.
Según esta organización “los chicos que egresan de sus estudios primarios no tienen continuidad de sus formación en la zona. Son muy pocos los chicos que realizan estudios superiores porque no siempre hay dinero para los pasajes, los que pueden continuar son los que tienen trabajo o los padres están bien económicamente”.
Por ello, Hijos del Campo planea abrir una escuela de adultos porque hay muchos que aún jóvenes no pudieron concretar si quiera sus estudios primarios.






El granito de arena varelense
Como dice Cacho, “En nuestro país hay un genocidio todos los años que es con nuestra infancia, se mueren cien pibes por día; entonces, nosotros salimos a decir basta porque no solo matar con balas es un crimen sino también hacerlo con hambre lo es”. Por ello, “Hijos del Campo” forma parte de un movimiento más grande que es el de “Chicos del Pueblo”.
El Movimiento Nacional de los Chicos del Pueblo es el lugar de encuentro de 400 Instituciones no gubernamentales de todo el país que trabajan con niños y jóvenes que se encuentran más cerca de la muerte que de la vida. Es la utopía contraria del modelo que omite generar lo humano: el país para todos.
Nació en 1987 en una humilde capilla de Florencio Varela, con el impulso que le otorgó el “Hogar Pelota de Trapo” que conduce Alberto Morlachetti y el “Hogar de la Madre Tres Veces Admirable” que dirigía el Padre Carlos Cajade. Por aquellos tiempos el Obispo Novak ponía agua bendita en los sueños de los pibes que habitaban el lejano país de la intemperie.

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